MUJERES TATUADAS DE BIRMANIA

Las marcas indelebles que lucen las mujeres birmanas de China provienen de una antigua tradición, según la cual se las efectuaban para afearlas e impedir con ello que los reyes las esclavizaran. Algunas se sienten bellas y creen que, de no haber estado tatuadas, no habrían conseguido marido.

Una leyenda parece estar en el origen de esta práctica. Una leyenda según la cual, hace mucho tiempo, un rey birmano que viajaba por su reino se encontró con una bella joven que pertenecía la etnia China. El rey la cortejó y poco tiempo después la dejó abandonada. El resto de las mujeres, al enterarse de lo ocurrido, asustadas de correr la misma suerte, pintaron sus caras de negro utilizando carbón.
Hoy ya no. Las jóvenes China ya no quieren tatuarse, les aterra el proceso, ya no les parece bonito y temen las burlas de sus
compañeros de clase cuando emigran a estudiar a las grandes ciudades.